Mal lugar para curiosear/Cain

La mire, frunci levemnte el ceño.

- Solo alguien que las conoce de cerca diria semejante cosa.

Dije, y la mire con un poco de mala cara.

- De, quien eres, y a quien conoces.

Abrí los ojos como plato y di dos pasitos hacía atrás.

-Antes de contestar algo... no eres policia ¿cierto?- Era una pregunta boba, porque por lo menos para mi era más que obvia. Así que lo único que podía ser era... Cazador. Me regañé mentalmente, tendría que mentir o pondría en un situación incómoda a Leon.

- No, eres adivina, no soy un policia... Y ahora habla.

dije y me acerque a ella, en pocas palabras, la acorrale contra una pared.

Pegué la espalda en la pared, algo sustada. Era un poco irónico que me asustaran los humanos y no los vampiros.

-Soy una simple chica humana, que... que se topo hace un tiempo con uno de esos seres- Contesté, no estaba mintiendo. Pero tampoco podía esperar que le dijiera todo.

- Quien??

Pregunte y coloque mi mano sobre la pared que estaba a su lado.

- Habla, que sabes de ese ser.

Me encogí levemente y negué con la cabeza.

-No te lo diré... Le harás daño- Murmuré tratando de sonar segura. -y no le hace mal a nadie- Agregué.

La mire fijametne.

- Eres valiente... Lo reconozco, y al parecer te a caido bien... Por lo que debe ser un vegetariano...

Suspire y la mire. Saque el cuchillo.

- Habla Elisabeth, no quiero hacerte daño.

Aguanté la respiración y traté en vano de alejarme de él. Estaba aterrada tenía que reconocerlo, pero el miedo no me iba a hacer abrir la boca.

-Jamás lo traicionaría- Sentencié, me daba igual el daño que podía hacerme, pero nunca; aunque me lo pidiera diría algo que lo pusiera en peligro, ni a él, ni a su familia.

La mire.

- Estas decidia a no hablar... Se ve que no es que te caiga bien, si no que es algo mas... Por lo que debe ser un chico, un vampiro... Y vegetariano...

Se me cruzo por la mente Romina, luego la mire.

- Pertenece a alguna familia??

Me mordí el labio ¿Qué iba a hacer o mejor dicho decir? Confirmarle que pertenecía a una familia era reducir el marco de búsqueda y no estaba dispuesta a eso, por lo menos no de forma directa. Me quedé callada y rehuí su mirada.

- Elizabeth... Porfavor...

Me volvi hacia ella.

- Esta bien, hagamos un trato...

Dije y la mire.

- si me dices quien es, solo lo investigare, y si de verdad merece morir, lo pagara... En cambio, si no me lo dices, y le doy caza... No le juzgare, y lo matare.

Hicé un mohín y luego un puchero. Podía sentir la angustía anclarse en mi garganta con el siemple nombramiento de la palabra "caza". No podía concebir que le pasara algo, tomé aire. No tenía salida y no quería arriesgarme a que le hiciera daño.

-LeBlanc- Murmuré despació, apretando la mandíbula. Lo miré fijamente, si le hacía algo como fuese le haría la vida un infierno.

Suspire y nege con la cabeza. Rei por lo bajo y guarde el cuchillo de nuevo. Volvi a alzar mi cabeza hacia ella.

- Quiero que hagas una cosa vale??

Le pedi mirandola fijamente.

- No voy a ir a por el... Pero si quieres protegerle de verdad, no digas nada, por mucho que te amenazen... La gran mayoria no te pondria un dedo encima... La gran parte no es como yo.

Me tenté de aventarle un golpe, pero solo sonreí de manera irónica. Estaba molesta, más molesta conmigo misma que con él por haber jugado, por así decirlo, de esa forma. Aunque debía agradecer el hecho de que no haría nada.

-¿Y cómo eres tú?- Pregunté.

- Yo si te hubiera hecho daño si hubiese sido necesario.

Dije mirandola fijamente y volviendome.

- Y ahora sal, y no te vuelvas a hacercar a esta casa.

Solté una risita irónica y negué con la cabeza.

-Claro, no me acercaré- Contesté, aunque sabía muy bien que distaba de cumplir eso.

La mire alzando una ceja.

- NO estoy de broma, no te acerques mas.

-Yo tampoco bromeo- Escupí cada palabra de forma lenta y rodeé los ojos ¿Todos serían igual? Que fastidio.

La mire.

- Venga, sal ya.

Dije, y me acerque a la puerta, abriendola.

Bufé con desgana y me encaminé de forma lenta a priori, hacía la entrada. Cuando pasé a su lado rodeé los ojos abrazandome a mi misma para protegerme del frío que hacía a fuera, en cierta forma me molestaba haberme topado con alguién tan huraño y mandon.

- Dale recuerdos a Leon de mi parte.

Sonrei encantador, luego me volvi hacia el interior de la casa.

¿Pero que...? A la sola mención de Leon se me detuvo literalmente el corazón. Con que lo sabía de antemano...Me giré rápidamente con los ojos entrecerrados.

-Que no sé te olvide el trato Cain- Musité contenida, no podía dejar de tener reacciones impulsivas cuando se trataba de ese tema justamente.

Rei levemente y la mire a los ojos.

- Soy un hombre de palabra, por quien me tomas?

-¿Quieres saberlo realmente?- Pregunté ladeando la cabeza con una pequeña sonrisa inocente.

- La verdad me importa poco.

Dije secamente, luego me acerque a la escalera.

- Ven... No hace falta que te vayas... Ahora ya lo sabes, y se quien eres.

Dije y le sonrei.

- Perdona mis modales, defecto del trabajo.