Informacion extra // Alexander

Cualquier hombre por ocupado que estuviera siempre sacaría cualquier resquicio de tiempo para estar con su mujer amada, yo hubiera vendido todas mis tierras, posesiones y fortunas para cambiar lo que pasó aquella fría noche de invierno londinense...ahora estaría muerto si, pero hubiera disfrutado cada segundo de mi vida al lado de mi Lu.

La miré negando con la cabeza.
-¿Pero le quieres?-fui bastante directo con aquello.
Hablabamos tan normalmente como si nos conocieramos de toda la vida, pero la verdad es que al ser tan parecida a Lucia no me costaba nada tomarle confianza, cariño...deseo.

Mientras hablaba, me concentré en su violacea mirada tan misteriosa y bella. Aquel matiz de duda en su voz, por pequeño que fuera me expresaba todo lo contrario a sus palabras.
-Entiendo...
Creo que su marido no se daba cuenta de lo que tenía. Bueno, cuando lo perdiera quizás lo apreciaría.
-Oh...-la miré algo arrepentido por mi actitud tan directa y abierta- Disculpe mi grosería, creo que estos temas no son de mi incumbencia.Seguí caminándo mirándola de reojo con aquella media sonrisa intacta.

Parece que mi pregunta la dejó un poco tocada...la entiendo, reabrir viejas heridas era duro...y ella me estaba reabriendo una enorme con solo mirarla.
-Tranquila. seguro que será una mala racha, luego él ya no tendrá tanto trabajo.
Continuamos paseando como si nada y entonces decidí cambiar de tema para no desprimirla más.
-Bueno y... ¿Qué cosas interesantes hay por este lugar?

A simple vista parecía un pueblo muy simplón, pequeño y alejado de la civilización...la gran ciudad estaba algo lejos.
-¿De verdad? Bueno, yo acabo de llegar y recién estoy mudándome a una pequeña casa a las afueras. No he visto así mucha actividad por la zona...aunque claro, acostumbrado a las grades ciudades creo que no me vendrá mal algo de esta tranquilidad.

Me volví sonriente para mirarla procurando mantener mis colmillos ocultos y me fijé de nuevo en su mirada.
-¿Te han dicho alguna vez que tienes un color de ojos irreal? Es muy bello.

Aquello la tomó un poco por sorpresa y desvió la mirada nerviosa. Se mordió el labio de una forma muy sugerente para mí en aquellos momentos y contuve la respiración...
Cada vez que aspiraba su aroma me entraba más sed y no quería matar también este nuevo reflejo de Lucia...
No cometería los mismos errores.
-Pues tu abuela te hizo un buen regalo, es un color inusual.

Era una mirada fascinante, la puerta a mi pasado que me dolía agónicamente.
-Pues es un defecto que admiro con verdadera sinceridad.
Con defectos así todos seriamos felices.

El viento soplaba con fuerza y hacía frío qiuzás para los humanos, pero yo estaba perfectamente.
El cabello caoba de Cassandra se revolvió y un mechon rebelde ocultaba su mirada. Me permití el lujo de alargar la mano y recogerlo con suavidad posándolo tras su oreja, como solía hacer con Lu.

Noté un leve y rosado rubor sobre sus mejillas y de nuevo me volvió a la mente imágenes pasadas.
-De nada, me impedía poder contemplar tu rostro y...
Bajé mi mano hasta acariciar su mejilla anhelando poder volver atrás y reunirme con mi prometida, pero ahora ella era mi presente y la tenía tan cerca...

Me incliné sobre ella pero justo en el momento preciso, me retiré alterado por aquellos latidos de su corazón...bombeando tanta sangre...
-Yo...yo...me debo de ir bella dama. Ya nos veremos en otra ocasión-le di la espalda y me alejé entre los pueblerinos con la mirada incandescente y un intenso dolor en mi pecho.